Trabajo y empleo en Japón: ventajas e inconvenientes, requisitos, visado de trabajo
Japón es un Estado en el que la división de clases está nominalmente ausente, ya que todo el país vive y trabaja en condiciones casi similares. Por lo general, el salario de un oficinista con estudios superiores no difiere demasiado del de un obrero de planta o el personal de una cafetería. El único privilegio que tienen los trabajadores de cuello blanco es la semana de cinco días.
Esta situación se basa en el hecho de que la educación universitaria exige importantes inversiones y logros académicos, por lo que la mayoría de los graduados escolares prefieren las escuelas de formación profesional. Y al ofrecer salarios iguales, el gobierno japonés crea un modelo social que se considera justo y en el que reina la clase media.
Aun así, los salarios japoneses son más altos y la cobertura de los trabajadores es mucho más avanzada en comparación con los Estados europeos. Por ello, trabajar en Japón es el sueño de muchos extranjeros. Aunque conseguir trabajo allí es todo un reto.
Trabajar en Japón: pros y contras
Una de las ventajas más evidentes de trabajar en Japón es un salario elevado en todos los puestos posibles. Además, el empleador proporciona:
- Seguro de vida, de trabajo y médico.
- Contribución obligatoria al fondo de jubilación.
- Bonificaciones garantizadas 2-3 veces al año por los ingresos de la empresa.
- Cobertura de los gastos de transporte al lugar de trabajo y a casa.
Con frecuencia, los empresarios también ofrecen cobertura para los gastos de alojamiento. Y hacen todo lo posible por mantener un espíritu de equipo cohesionado.
Sin embargo, hay que tener en cuenta algunos escollos. Por ejemplo:
- El salario oficial y el real son diferentes. Para obtener uno real, el futuro trabajador tiene que excluir de la tarifa oficial el impuesto sobre la renta (10-20%), las contribuciones a los fondos de jubilación y seguros, etc.
- Las horas extra no remuneradas y un horario de trabajo intenso son bastante normales aquí. Los japoneses no tienen inconveniente en quedarse una hora más o disponer de sólo 30 minutos para comer dentro de las 12 horas de su jornada laboral.
- Un número reducido de días laborables y vacaciones de corta duración (hasta 14 días al año, la mayoría de ellos festivos).
- Desigualdad de género. A pesar de la Ley de Igualdad de Género en el Lugar de Trabajo promulgada en 1985 y de la más moderna Ley de Promoción de la Mujer en el Lugar de Trabajo, Japón sigue aferrado al llamado ippon Deku -empleo vitalicio de la mujer sin posibilidades ni perspectivas de crecimiento y promoción ni siquiera como pago por antigüedad-. Además, la diferencia salarial por razón de género es del 25%.
Requisitos para el especialista extranjero
La tasa de desempleo en Japón es sólo del 3%. Por lo tanto, no hay demanda de mano de obra y encontrar un trabajo de ensueño es todo un reto. Especialmente para los extranjeros, ya que no se les emplea en puestos de baja cualificación (se excluye a los que entran dentro de los programas especiales) y tienen que cumplir muchos requisitos, entre ellos
- Dominio de los idiomas japonés e inglés (nivel de conversación);
- Educación terciaria, licenciatura como mínimo;
- Certificación obligatoria de diplomas y pruebas de cualificación;
- Ausencia de enfermedades, discapacidades o problemas mentales;
- Visado y permiso de trabajo obligatorios;
Los empleados preferentes son hombres jóvenes (de hasta 40 años) licenciados en Derecho, Medicina o Construcción Naval. También son bienvenidos los profesores de artes humanitarias y de idiomas (especialmente los tutores de inglés).
Nota: encontrar trabajo y ser contratado a distancia es casi imposible. Los empresarios japoneses prefieren las entrevistas presenciales. Pero conseguir un visado de trabajo sin la correspondiente invitación también es un reto, ya que el empleador se encarga del inmigrante ante el Estado.
Visados de trabajo japoneses
Los japoneses son bastante escrupulosos con los papeles. Por ello, la solicitud del visado requiere mucha investigación y un enorme conjunto de documentos. A veces, conseguir todos los papeles necesarios lleva hasta 6 meses. El proceso suele complicarse debido a la validación de algunos certificados, ya que el requisito establece que hay que presentar los papeles en el Consulado 1 mes antes de su caducidad.
Además, Japón cuenta con 18 tipos de visados de trabajo. Algunos de ellos son:
- Visado para profesionales altamente cualificados de tipo A, B y C. La selección de los candidatos que tienen experiencia relevante y buena educación se basa en el sistema de puntuación para HSFP.
- El visado de profesor se otorga a tutores de educación terciaria. Los profesores de enseñanza primaria, media o secundaria deben solicitar un Visado de Instructor.
- El Visado de Artista es imprescindible para la gente creativa: artistas, escultores, fotógrafos y compositores. Pero no debe confundirse con el visado de artista, que está pensado para bailarines, músicos, actores y modelos.
- El visado de servicios médicos es para médicos altamente cualificados: cirujanos, oncólogos, dentistas, etc. Las enfermeras y las farmacias también cuentan. Sin embargo, el personal paramédico (niñeras, auxiliares de enfermería y camilleros) tiene que solicitar el Visado de cuidados de enfermería. Mientras que los internos y practicantes deben obtener un Visado de formación de técnico interno.
- El Visado de ingeniero/especialista en humanidades/servicios internacionales se crea para especialistas en informática y marketing, así como para diseñadores, redactores publicitarios, intérpretes y profesores de lenguas extranjeras.
- El visado de investigador está destinado al desarrollo de institutos de investigación en los ámbitos de la atención médica, la ecología, el reciclaje y la robótica.
- El visado de servicios jurídicos/contables está destinado a quienes trabajan en el sector jurídico o contable y exigen una certificación obligatoria.
- El visado para trabajadores cualificados específicos se ha expedido en 2019 para cubrir la falta de trabajadores en el ámbito de la construcción naval, el servicio automovilístico y la electrónica, la alimentación pública y la hostelería. Los especialistas altamente cualificados de los sectores mencionados, así como los marineros o los profesionales de la aviación, pueden trabajar en Japón con un Visado para trabajadores cualificados.
También hay visados para la prensa, los legionarios extranjeros, los activistas religiosos y quienes investigan sobre la cultura y la lengua japonesas.
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