París cambia de táctica: la legislación migratoria será más estricta. Se ha presentado al Gobierno un nuevo proyecto de ley para abordar el problema de la afluencia de inmigrantes ilegales. Más información sobre lo que les espera a los inmigrantes en Francia y los cambios previstos para 2024.

El año pasado, Francia registró una cifra récord de solicitudes de asilo: más de 100 mil. El mayor número de migrantes procedía de Argelia, Marruecos e India. El país se enfrenta a una crisis migratoria que se ha convertido en un desafío a su tolerancia y humanismo. Ante la aparición de los migrantes como amenaza para la seguridad y el funcionamiento del Estado, el gobierno francés ha presentado un proyecto de ley sobre migración. Esta iniciativa pretende resolver el problema de la migración ilegal, equilibrar la afluencia de refugiados y devolver la paz a los ciudadanos, garantizando la estabilidad en la vida política, económica y espiritual del país.

Cambios en la política migratoria francesa

El nuevo proyecto de ley de migración que se está debatiendo actualmente en Francia indica un cambio fundamental en el enfoque de la gestión de las cuestiones migratorias. Mientras que hace un año el presidente Macron expresaba opiniones optimistas sobre el impacto de la migración en el desarrollo del país, ahora el gobierno está iniciando medidas duras para abordar el problema.

Según el nuevo proyecto de ley, las personas que crucen ilegalmente la frontera estarán sujetas a responsabilidad penal. También prevé una reducción del plazo de tramitación de las solicitudes de asilo, así como un plazo para presentar recursos y solicitudes a la llegada a Francia. La ampliación del periodo de posible detención a efectos de identificación y antes de la deportación también forma parte del proyecto de ley.

El Ministro del Interior, Gerard Collomb, argumenta que estas medidas se adoptan en beneficio de los refugiados, garantizando la posibilidad de un fácil retorno a su patria a quienes no se les haya concedido el estatuto de refugiado. En concreto, la nueva ley permite a los refugiados invitar a sus hermanos y hermanas, y no sólo a sus padres, como ocurría antes.

Sin embargo, los críticos ya han calificado este proyecto de ley de "represivo" y señalan que podría provocar un aumento de las expulsiones de inmigrantes ilegales y crear una imagen de "puerta cerrada" para Francia. Esto podría afectar a la percepción del país en otras partes del mundo y provocar la justificada indignación de algunas organizaciones caritativas.

Así pues, el nuevo proyecto de ley desencadena un debate público sobre la correlación entre la disuasión de la migración y la protección de los derechos y la dignidad de los migrantes en el mundo moderno.

El problema de la inmigración ilegal en Francia

Calais, pequeña ciudad del norte de Francia, se ha convertido en un símbolo del problema de la migración irregular y de las dificultades para resolverlo. De ser un lugar acogedor que daba la bienvenida a miles de turistas, se convirtió en una zona de tensión y conflicto. Fue el resultado de una afluencia inesperada de inmigrantes que intentaban llegar al Reino Unido debido a su proximidad con Gran Bretaña.

Los residentes locales, que inicialmente ayudaban y protegían a los migrantes, empezaron a sentirse inseguros e inseguras en su propio espacio. La crisis migratoria ha provocado tensiones en una ciudad que antes había sido pacífica.

El enfrentamiento en Calais fue más agudo en 2014-2016. La extrema derecha organizó concentraciones contra los migrantes, exigiendo su desalojo. Algunos de los actos acabaron en reyertas, y las tensiones empezaron a convertirse en negatividad general sobre la situación.

La respuesta del gobierno se dirigió no solo a eliminar las consecuencias, sino también a abordar la causa del conflicto. El reasentamiento forzoso de los migrantes y los trabajos para cambiar la legislación migratoria pasaron a formar parte de la estrategia. El nuevo proyecto de ley preveía medidas más estrictas para controlar el cruce ilegal de fronteras y acelerar la tramitación de las solicitudes de asilo.

Sin embargo, estas medidas también fueron criticadas. Algunos expertos creen que esto podría dar lugar a más complicaciones. Los inmigrantes siguen queriendo llegar a Gran Bretaña, y las nuevas medidas podrían endurecer aún más las leyes.

Tras la eliminación de la "jungla" en las afueras de Calais y el traslado de algunos migrantes a otras regiones del país, la situación se volvió menos tensa. Sin embargo, la inquietud no ha desaparecido del todo, ya que Calais sigue siendo sólo una de las muchas zonas donde surgen problemas debido a la migración.

Francia se ve obligada a hacer frente no sólo a las consecuencias, sino también a las causas, centrando sus esfuerzos en combatir la inmigración ilegal y prestar asistencia a quienes la necesitan. Todo ello cuestiona el futuro de la tolerancia y el humanismo en las relaciones con los migrantes en el mundo moderno.

¿Qué barreras encuentran los inmigrantes en Francia?

La migración a Francia conlleva una serie de retos para los recién llegados, entre ellos la barrera lingüística. El francés se convierte en un factor importante para integrarse con éxito en una nueva sociedad. Para ayudar a los emigrantes a superar esta barrera, el gobierno francés ofrece cursos gratuitos de francés, en los que todo el mundo tiene la oportunidad de aprender el idioma de 50 a 200 horas, obligatoriamente hasta el nivel A1, y después -si lo desea- hasta el nivel A2.

En las clases se utilizan métodos eficaces, entre ellos el método centrado en el niño, que hace hincapié en la práctica y la comunicación interactiva. Los profesores crean un ambiente agradable, tratando de proporcionar conocimientos prácticos en la medida de lo posible. El objetivo principal de los cursos es enseñar a los inmigrantes a expresar sus necesidades, a comunicarse con destreza en distintas situaciones y a responder a preguntas en un supermercado, un hospital o al tratar asuntos cotidianos.

Sin embargo, a pesar de la disponibilidad de estos cursos, algunos inmigrantes que pueden calificarse de analfabetos no muestran suficiente motivación para estudiar. Algunos consideran que les basta con unos conocimientos mínimos de francés y no muestran ningún interés por aprender la lengua en la práctica.

El aislamiento social de esta parte de inmigrantes que sólo aprenden la lengua de manera formal se está convirtiendo en objeto de atención del Presidente Macron. Propone intensificar los centros de búsqueda de empleo para que se encuentren opciones laborales para todos. Si estos emigrantes rechazan opciones de trabajo decente, pueden perder sus prestaciones sociales.

Los cambios en la legislación pueden hacer que quienes viven a expensas del Estado estén más interesados en aprender el idioma y trabajar más. En este contexto, las reformas pueden no sólo animarles a adquirir nuevas competencias, sino también disuadirles del aislamiento social, creando una motivación adicional para integrarse en la sociedad francesa.

Centros de inmigrantes en Francia

La creación de centros de inmigrantes es un fenómeno común, pero cuando estas asociaciones se expanden significativamente, pueden convertirse en un problema, transformándose en una especie de Estado dentro del país. Esta situación puede conducir a una pérdida de control y poder en manos de las autoridades locales, así como a un aumento de las tensiones entre los distintos grupos de población.

Francia se enfrenta a este problema en forma de la formación de "ciudades" separadas de inmigrantes cerca de París, donde comunidades de África, Turquía y el mundo árabe han ubicado sus asociaciones. Aunque la mayoría de ellas son seguras, hay zonas que se recomienda evitar por posibles riesgos. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando estas asociaciones se hacen autosuficientes y tratan de imponer sus normas a los residentes?

Un ejemplo tuvo lugar en el suburbio parisino de Clichy, donde la comunidad musulmana decidió celebrar sus oraciones en la plaza central. Cada viernes, cientos de creyentes bloqueaban el tráfico, exigiendo un lugar especial para sus rituales. La administración local ofreció alternativas, pero las demandas siguieron sin ser atendidas. La transformación de la biblioteca en lugar de culto provocó un conflicto con las autoridades, pero estos casos ponen de relieve que la falta de respeto por las normas y tradiciones locales puede desembocar en conflictos.

El proyecto de ley publicado es una señal importante de que la tolerancia y la paciencia no son ilimitadas. Alienar las normas propias y crear ámbitos alternativos de autogobierno puede provocar tensiones en la sociedad. La legislación señala la importancia de preservar la lengua, la cultura y las costumbres de Francia, recordando la necesidad de mantener la comprensión y el respeto mutuos dentro del país.

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Igor Usyk - Jefe del departamento de Migración de VisitWorld

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